#ElPerúQueQueremos

Reflexionemos,fríamente, un poco

Una verdad necesaria.

Justica y juventud en realpolitk.

No intentes convertirte en un hombre de éxito, sino en un hombre de valor.

Albert Einstein.

Publicado: 2018-08-16


Estaba en clase y un profesor planteo una pregunta que pretendo responder desde mis cortísimas vivencias, es decir ya habiendo culminado mi carrera profesional, con cinco años de militancia partidaria y en sociedad civil, experiencias mínimas dirigenciales, sobreviviente a dos procesos graves de salud y veintidós años de edad. La pregunta fue: ¿Si un pueblo determinado en el mundo infringe sus propias normas y leyes-hasta lo que se entiende como derechos fundamentales- porque simplemente se les ocurrió a las mayorías, sería una sociedad democrática?

¿Mi respuesta? En efecto, es democrática, mas no es justa. Naturalmente exceptuando las nuevas formas de medir la calidad de las democracias desde la politicología, una democracia se puede resumir a la participación real y efectiva de las grandes mayorías (es decir que esté posibilitada legalmente para todos) en los asuntos públicos indistintamente si es productiva o no, constructiva o destructiva en este caso. ¿Entonces cuál es el punto? Ya en “El Contrato Social” definiendo la autonomía lo centro: Alguien es libre en la medida que es autónomo; del griego auto ("uno mismo") y nomos ("norma") Jean-Jacques Rousseau conceptualiza-a lo que me adscribo totalmente- que un pueblo llega a la cualidad de ser autónomo, libre cuando se dan sus propias normas y las cumplen. El mismo criterio reside en “Orden político en las sociedades en cambio” del politicólogo estadounidense Samuel Huntington cuando creo el termino institucionalidad y la definió como: “La cualidad de algo que perdura en el tiempo”. Sin embargo ¿A qué viene todo esto? Pues resulta que he visto a bastantes jóvenes, adultos y ancianos a nivel nacional declarar, y movilizándose para ello, que la juventud es la esperanza de renovación que tanto se necesita. Afirmar ello es una falacia, todos los políticos de hoy algún día fueron jóvenes y con las mismas ilusiones de cambiar el mundo terminaron por un sendero torcido; como lo aclara en una entrevista el politicólogo español Jorge Verstrynge Rojas: "Todos se meten en política para ayudar a la gente pero en el camino cambian".

La realidad problemática pasa por el plano psico-cultural, base en la cual se erige después en la arena política. Si no hay personas con una conciencia de valores férreos de nada servirá el cambio generacional. Así se den leyes grandilocuentes y rimbombantes políticas públicas siempre habrá una puerta de escape a las normas establecidas. Los políticos se educan en el mismo nido psico-cultural al igual que todos, no se ha entendido aún que la democracia requiere, como presupuesto central, madurez emocional para no entregarse al populista de turno que enarbolará las banderas que crea conveniente en el tiempo, y el entendimiento que el mundo no es para nada una lucha romántica entre buenos y malos, es sino una pelea en incontables frentes por una variedad casi inentendible de intereses. Si no se quiere terminar como un pueblo sin criterio que se encubre arropándose en las mayorías para "salvar" su conciencia de la culpabilidad de atrocidades futuras se deben institucionalizar valores; porque la criollada a la larga sale cara. 

Contrariamente, una sólida educación basada primordialmente en el cumplimento irrestricto de la ley para los próximos ciudadanos puede hacer el cambio en solo una generación. Ejemplo: Canadá. El mismo Rolando Arellano en su columna del día lunes 13 de agosto en "El Comercio" puede dar más detalles. Así nos evitamos de una vez , por todas, tentaciones piromaníacas de intentar quemar todo y de las cenizas crear algo nuevo; idea tan maoísta que termino como termino "El gran salto adelante".

Colegas generacionales recuerden siempre el “Fiat iustitia et pereat mundus” para que sean útiles y jamás utilizados.


Escrito por

Martín Bernabé

Politicólogo.


Publicado en

Criterio de Búfalo.

Publico mis elaboraciones para que sirvan de testimonio sobre un hombre entregado a su creación; espero lo disfruten.